miércoles, 26 de agosto de 2009

DE TAPAS (I)



Cuentan que la tradición de la tapa en España deriva de un periodo de enfermedad del Rey Alfonso X el Sabio, que se vio obligado a tomar pequeños bocados entre horas, con pequeños sorbos de vino. Una vez repuesto, el Rey Sabio dispuso que en los mesones de Castilla no se despachara vino si no era acompañado de algo de comida, regia providencia que podemos considerar oportuna para evitar que los vapores alcohólicos ocasionaran desmanes orgánicos en aquellos que bebían, quienes, en la mayoría de las ocasiones, no tenían suficiente “parné” para pagarse una comida con abundancia proteínica y en condiciones.

Cuando en toda España se generalizaron las botillerías" y tabernas, la provisión del Rey Sabio continuó vigente. Y, por esta razón, el vaso o jarro de vino se servía tapado con una rodaja de fiambre, o una loncha de jamón o queso, que tenía dos finalidades: evitar que cayeran impurezas o insectos en el vino y facilitar al cliente empapar el alcohol con un alimento sólido, como aconsejaba Alfonso X.

Sea o no cierta esta historia la ciudad de Madrid guarda innumerables lugares para tapear, y agotar el tiempo en tan inmejorable ritual; dicen que tapear debe ser siempre una experiencia poco trascendente, distendida, frívola incluso. Como paso anterior a comida más copiosa o sin necesidad de ella, el tapeo no admite de gruesas conversaciones, ni temas mayores; no es amiga de la monotonía y por ello de la repetición. Tapear es andar de un lugar a otro, buscando lo que diferencia, lo singular…lo espontáneo….y a la hora de pagar…La tapa no acepta reglas ni convenciones, divisiones o medidas.




Quien de mirar el bolsillo
se olvida de este consejo,
tapeando no lo duden ,
de mezquino se hace viejo.

RUTA 1. DE SOL A LAS CAVAS.

Cualquiera de estas rutas es tan subjetiva como tapeadores pueden imaginarse: Se de algunos, mas de uno y más de diez que un día de enero de cada año ataviados con camisetas de colores y frases en el pecho, recorren mas de una veintena de bares de la ciudad con el objetivo de completar recorrido etílico gastronómico y contar la hazaña a semejanza de lo que otros en Galicia inventaron ya hace mucho tiempo. Estoy seguro que a ellos estas Rutas les resultaran atajos de principiantes, preliminares de manual,balbuceos…. Este año si vuelven a invitarme prometo hacer las primeras paradas o todas.
En Casa Labra (Tetuan 12) se come bacalao; se pueden pedir otras cosas enharinadas o no pero todo el mundo va a Casa Labra a comer bacalao. Fundada en 1860, el lugar cuentan, fue punto de reunión para aquellos que dieron vida al Partido Socialista y la leyenda dice que aqui se levantó acta fundacional del partido más antiguo de nuestro país. Lejos de adscripciones políticas, la taberna rezuma clasicismo en su barra, su entrada de viejo cartel "Vinos, comidas" y su ausencia de refrescos (cervezas y vinos para acompañar jugosas tajadas, doradas lo justo, de bacalao jugoso). No le pidais nada más porque no lo tiene, ni falta que le hace. Un comienzo con historia para un largo recorrido.
Bajando desde Sol por la ya peatonal calle Arenal y antes de llegar a la plaza de Opera, una pequeña parada en el Ñeru, asturiano de pro en la calle Bordadores 5. Tipico bar asturiano, donde en sus paredes cuelgan productos típicos del Principado. En su barra se pueden degustar pinchos de cabrales, chorizos a la sidra, fritos de pixin regados por una imprescindibe sidra. Siempre está hasta arriba por la calidad de las viandas, por lo que avanzamos...

Para esforzados, por aquello de la tradición, a la izquierda de la Plaza de Opera segun afrontamos el Teatro Real, está Casa Lalín, la Casa del Pulpo. Hace unos años servían el mejor pulpo de Madrid y un sensacional queso de tetilla, pero con la llegada de los nuevos tiempos, el cambio de dueños y otros factores...el lugar no deja de ser uno de los muchos bares de Madrid gestionados sin alma.

Caminando en dirección al Palacio Real y dejando a la izquierda el Teatro llegamos a otra de las tabernas clásicas de la ciudad en cuanto a tapeo se refiere "La Taberna del Alabardero"(Felipe V 6). Fundada en 1974 y parte del emporio empresarial del Grupo Lezama la barra y la terraza del Alabardero ha sido testigo de tertulias literarias, punto de reunión de musicos del Real, políticos en audiencia con el Rey, intelectuales y personajes variopintos. En su barra, clásica donde las haya, se recomiendan desde las grandes croquetas que sirven por unidades, hasta raciones de ibéricos y canapes que no caen en la sofisticación mal entendida. Un clásico para ir haciendo camino.

Con objeto de llegar hasta las cavas pude tomarse desde aqui el camino hacia la Plaza Mayor atravesando los innumerabes mesones temáticos y castizos más para el disfrute y gasto del ingenuo turista (mesón del Champiñon, boquerón,Mazmorra)o hacer antes parada (el camino será un poco más rocambolesco y largo) frente al palacio Real en los inicios de la calle Bailen y visitar el Anciano Rey de los Vinos (Bailen 19) Fundada en 1912 la taberna guarda el clasicismo de las añejas tabernas con sus azulejos de colores y sus grifos de cerveza y vermout a pleno rendimiento. Siempre hasta los topes es un espectáculo ver a sus camareros desgañitándose para atender a la clientela siempre de buen agrado . Imprescindible sus vinitos duces con un pestiño y cualquiera de sus raciones acompañadas de un excepcional Vermout de Grifo.

Llegando a la Cava Baja a la entrada del Barrio de la Latina paradigma del clasicismo cool de la ciudad cualquier sitio se hace inmejorabe para continuar la jornada de tapas. En La Chata casticismo torero en sus paredes para probar un inmejorabe queso y embutidos o visitar su bodega siempre que el gentío lo permita.

Un poco más arriba en el 26 esta Txakolí taberna de Pintxos Vascos donde probar el famoso espirituoso vasco con una sugerencia: la bomba de carne;excepcional y contundente.

No es necesario andar mucho más sin siquiera cruzar de acera para encontrar otras tres sugerencias gustosas. Gran variedad de vinos en El Tempranillo con inmejorables pinchos de foie y chacinas;una parada en los Huevos de Lucio para degustar los famosos huevos del padre sin dejar la mitad de la cartera y finalmente Casa Lucas posiblemente el mejor gastronomicamente hablando de la Calle. Siempre atestado, conseguir un espacio para degustar sus sabrosos platos es tarea improva. Delicioso el arroz meloso con boletus y foie, el carpaccio de pulpo sobre patatas revolconas o los raviolis relenos de verduras. Gran variedad de vinos también y buenos precios.

Subiendo por la cava hasta el final y girando a la izquierda en la calle Almendro son muy recomendables La Buena Vida con inmejorables tostas y el clásico de siempre El Almendro 13 (roscas de jamon y pringa y huevos rotos a toque de campana). Para no iniciados ir temprano ya sea por la noche o en el aperitivo pues siempre están hasta arriba.

Un poco apartados del foco principal de tapeo del Barrio(ambas cavas) destacan tres lugares para terminar el recorrido más completo que el estomago exigente y generoso puede soportar.

En La Parrala (Humilladero 5) que toma su nombre de aquella que cantaba de taberna en taberna a cambio de vino, es imprescindibe degustar sus croquetas, el pastel de calabacín con morcilla, la porra antequerana o cualquiera de sus ensaladas. Platos con un toque de originalidad a degustar en su barra o en un pequeño comedor. Excepcional la relación calidad precio y de postre el más que original helado de peta zetas.

En el Almacen de Vinos (Calatrava 25) refugio de los amantes de las tabernas clásicas, es imprescindibe probar su maravillosa cecina y sus increibles anchoas de Santonña. Un secreto es pedir el queso del Hippie que sólo ponen bajo petición y que no aparece en ninguna de sus cartas colgadas en las paredes. Un rincón escondido al margen de las modas.

Finalmente y como la subjetividad ya dije es requisito de todo recorrido de tapeo que se precie, capítulo aparte merece el que para este bloggero es el mejor lugar de tapas de este paseo.

El Txirimiri (Humilladero 6) desgraciadamente siempre hasta arriba, cuenta con un pequeña barra y un recogido comedor de ocho mesas en las que ya no se admiten reservas.Presume de tener el mejor pincho de tortilla de patatas de Madrid en competencia con el vecino Juana La Loca pero sin los precios de aquel. Poco cuajada, sabrosa y contundente es todo un descubrimiento. Para continuar cualquier elección es espectacular. Amplisima carta de vinos para acompañar cualquiera de sus deliciosos risottos(excepcional el negro), su lasaña de confit de pato, su solomillo con foie, el premiado pincho (ración en verdad) de carrillera de ternera, su crujiente de queso, la hamburguesa Unai. En resumen un festival en todos los sentidos en un ambiente distendido e informal.

Seguro que como comenté, un montón de lugares quedan por descubrir para completar este recorrido que no pretende ser más que una sugerencia muy personal de ese algo tan tipicamente castizo como es el salir a tomar una buena cerveza acompañada, siempre en buena compañía.

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